El líquido de frenos ha sido creado para absorber toda el calor que tiene implícito todo sistema de frenado de los vehículos, permitiendo frenadas más seguras y que todos los componentes de dicho sistema puedan permanecer con un correcto funcionamiento.
El líquido de frenos es un tipo de fluido hidráulico utilizado en los sistemas de freno para automóviles. Por lo general, este es un líquido transparente, el cual tiene la capacidad de absorber y disipar el calor durante la totalidad trabajo del sistema de frenado. Un inconveniente típico de líquido de frenos es su capacidad para absorber agua. Cabe señalar que el calor de agua en el líquido de frenos puede causar daño a las pinzas de freno, así como generar óxido en las líneas de freno.
Aunque no es una práctica habitual en la mayoría de los propietarios de vehículos, el líquido de frenos debe ser cambiado periódicamente para liberar al sistema de cualquier agua acumulada. Cuando el fluido de freno empieza a transformarse en líquido de color oscuro, es una indicación de que debe ser cambiado (lo invitamos a conocer cuales son los diferentes tipos de frenos de un vehículo, y para ello ingrese acá).
Principal razón para reemplazar el líquido de frenos
La razón más grande por la que el líquido de frenos debe ser cambiado es el calor excesivo que puede generarse dentro del sistema de frenado. El líquido que se encuentra en la mayoría de los vehículos de pasajeros tiene una muy baja tolerancia al calor, aunque es capaz de soportar el calor de frenado normal y ocasional. En aplicaciones de trabajo de carreras y situaciones severas, un líquido de frenos de alto rendimiento se debe utilizar.
El líquido de frenos que se encuentra en la mayoría de los sistemas de frenado es un fluido hidráulico orgánico. Como tal, se quema por la exposición a calor intenso. Al quemarse, el líquido pasa de claro a marrón o negro y tiene un olor a quemado muy notable. En ciertas aplicaciones de alto rendimiento, el fluido utilizado en los sistemas de freno es sintético.
Este líquido de frenos sintético es más capaz de soportar altas temperaturas sin llegar a ser quemado. Incluso los fluidos sintéticos están sujetos a la absorción de agua y deben cambiarse periódicamente. Cada fabricante tiene recomendaciones para intervalos tiempo determinados en cuanto al cambio de dicho fluido.
Como en cualquier sistema hidráulico, el aire es el principal enemigo en un sistema de frenos. Cuando se encuentra un poco de aire atrapado dentro de un sistema de frenado puede conducir que el conductor pise el pedal del freno pero sienta que lo debe volver a presionar para frenar completamente su vehículo.
Todos los sistemas de frenado hidráulico tiene una válvula de purga de freno colocada en cada cilindro. Bombeando el pedal de freno, la válvula de purga puede ser dejada abierta con una llave y el aire atrapado puede escapar. A menudo, el cilindro maestro del freno requiere ser rellenado de líquido de frenos durante la purga del sistema.