Los neumáticos blandos

Los neumáticos blandos pueden ser un gran problema, no solo porque generan un mayor consumo de combustible en cualquier vehículo, sino porque pueden llegar a causar incluso graves accidentes.

Un neumático blando es un neumático que no tiene suficiente presión de aire para cumplir con las clasificaciones recomendadas por el fabricante. Cada neumático fabricado hoy en día incluye las clasificaciones de presión de aire recomendadas en relieve en la pared lateral del neumático. Operar un vehículo con un neumático blando puede aumentar la resistencia a la rodadura del neumático, lo que resulta en el consumo excesivo de combustible.

Las características de manejo del vehículo pueden ser afectadas adversamente por los neumáticos blandos. Tal vez la mayor desventaja de conducir un vehículo con neumáticos blandos es que los neumáticos se desgastan a una tasa mayor cuando se opera a presiones de aire reducidas (ingrese acá para conocer también sobre los neumáticos de perfil bajo).

Problemas generados por los neumáticos blandos

Los neumáticos desinflados son una de las mayores causas de un exceso de consumo de combustible. La Agencia americana del automóvil, o AAA, ha declarado que conducir un vehículo con neumáticos blandos puede resultar en una reducción del 25 por ciento en economía de combustible. Hay muchos factores que pueden conducir a que los neumáticos estén blandos. El oxígeno es tal vez uno de los factores principales en los neumáticos blandos. Las moléculas que componen el aire que se bombea a un neumático son tan pequeñas que pueden filtrarse fuera del compuesto de caucho con el tiempo.

Algunos factores de temperatura y otros se combinan para crear problemas. A medida que aumenta la temperatura del aire, las moléculas se hacen más grandes, dando una lectura de presión de aire exagerada. A medida que disminuye la temperatura, las moléculas de aire se desinflan. En un esfuerzo por reducir esta fluctuación en la presión del aire, muchos fabricantes recomiendan inflar los neumáticos con nitrógeno en lugar de aire comprimido. Las moléculas de nitrógeno no sólo son más grandes que las moléculas de aire, por lo que impiden la ósmosis del gas a través del caucho del neumático; además también son más ligeras que el aire y crean una resistencia ligeramente reducida a la rodadura.

Los peligros causados por conducir un vehículo con neumáticos blandos son daños en los neumáticos y hasta posibles estallidos de las llantas. Un mayor calor también se genera mediante la operación de neumáticos blandos, y este calor se suele vincular con reventones de neumáticos repentinos e inesperados. Cuando los neumáticos no están correctamente inflados, el auto puede parecer que navega un poco para los lados al momento de ser conducido, y esto puede hacer que el conductor pueda perder fácilmente el control.

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