La Hoverbike se vende como “el resultado de años de I+D: hemos combinado la simplicidad de una moto y la libertad de un helicóptero”, aunque señalan que es más económico, resistente, y menos complejo de utilizar. Explican que se elaboró desde un comienzo con el propósito de sustituir a los helicópteros tradicionales empleados constantemente en tareas como el arreo de ganado, por lo poco eficiente, costoso y peligroso de su empleo.
Todo empezó cuando Chris Malloy construía por las noches, después de salir de laborar, una ‘hoverbike’ en su garaje en los alrededores de Sydney. Se trataba de un hobby que se transformó de forma rápida en un proyecto comercial que llamó la atención de personas e instituciones del sector académico, de la agricultura y de los servicios de búsqueda y rescate, y que generó visitas sobresalientes como las del Ejército de los Estados Unidos y de la multinacional de la aeronaútica Lockheed Martin.
El objetivo de Chris Malloy es que su hoverbike (cuyo diseño pasó del original bimotor a cuatrimotor, con 2 rotores superpuestos en cada extremo) esté en capacidad de elevarse hasta los 3 kilómetros y lograr una velocidad de aproximadamente 300 km/h, así como conseguir el transporte de una carga de hasta 115 kilos.
¿Qué se busca con la Hoverbike?
Sus fabricantes la comercializan como “el resultado de años de I+D: hemos combinado la simplicidad de una moto y la libertad de un helicóptero”, aunque señalan que es más económico, resistente, y menos complejo de utilizar. Explican que se elaboró desde un comienzo con el propósito de sustituir a los helicópteros tradicionales empleados constantemente en tareas como el arreo de ganado, por lo poco eficiente, costoso y peligroso de su empleo.
“Nada de lo que estamos haciendo es nuevo”, consideran. “No estamos desarrollando ningún sistema o componente que no haya sido diseñado y probado antes: la novedad que aportamos es la de combinar sistemas ya existentes”. De acuerdo con ellos, tanto la naturaleza como la historia comercial les permite creer que es el mejor modo de innovar.
Con la ayuda del crowdfunding
La mayor dificultad a la que se enfrentan en este momento Malloy y sus compañeros de hazaña es que para terminar con el montaje del prototipo y desarrollar las pruebas indispensables requieren de 30.000 dólares, que no poseen y por este motivo han solicitado la colaboración de Kickstarter.
Como suele pasar, los ayudantes de la campaña de crowfunding tendrán la posibilidad de conseguir recompensas como gratificaciones, camisetas, visitas a la fábrica, entre otros. ¿Y la hoverbike? Llegarán a obtenerla abonando 595 euros, pero en una útil versión drone a escala del cuatrimotor definitivo.
A continuación te invitamos a ver el siguiente video para que aprecies con mayor lujo de detalles este maravilloso invento: